4 de octubre de 2019
Autor: Jorge Manrique Mateo
En el pasado, el melanoma metastásico se consideraba intratable por los oncólogos, pues una vez que se había extendido, la quimioterapia tradicional no daba resultados.
Según los datos presentados en el último Congreso Europeo de Oncología Médica, la combinación de diferentes fármacos de inmunoterapia anuncia una nueva era para el tratamiento de estos enfermos.
El ensayo clínico analizó a pacientes con esta enfermedad con diferentes ramas de tratamiento:
· Tratamiento con inmunoterapia combinada (nivolumab más ipilimumab).
· Tratamiento con nivolumab más placebo.
· Tratamiento con ipilimumab más placebo.
Las tasas de supervivencia global a cinco años fueron del 52% para la terapia combinada versus 44% para nivolumab y 26% para ipilimumab.
Hace diez años, la supervivencia a cinco años para el melanoma era de alrededor del 5%. Con la monoterapia con ipilimumab, aprox. el 20 % de los pacientes son supervivientes a largo plazo.
Según el autor principal del estudio, los resultados de este ensayo clínico suponen un avance importante en el abordaje terapéutico de los pacientes con melanoma metastásico y será el tratamiento de elección para algunos pacientes Si bien, hay que seguir trabajando para predecir los pacientes que tienen más probabilidades de beneficiarse de la inmunoterapia combinada.
El melanoma es un cáncer de piel y si es metastásico, ha evolucionado a una fase de la enfermedad en que las células tumorales se han diseminado a otras zonas del cuerpo.
El desarrollo de metástasis supone la migración hacia el torrente sanguíneo o la circulación linfática, por donde pueden llegar a producir la invasión y crecimiento en otros órganos.
Existen una serie de factores de riesgo que aumentan las posibilidades de sufrir un melanoma:
· La presencia de antecedentes de melanoma familiar.
· Tener un número elevado de nevus.
· Melanoma previo.
· Factores ambientales: excesiva exposición a radiación solar ultravioleta.
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento para el cáncer que estimula las defensas naturales del cuerpo con el objetivo de mejorar o restaurar la función del sistema inmunitario y así, combatir el cáncer. La manipulación de los puntos de control inmunitario representa la vanguardia de la inmuno-oncología.
Los puntos de control inmunitario están diseñados para desactivar la respuesta inmunitaria para evitar la autoinmunidad y el daño a las células sanas, pero el cáncer se apropia de ese mecanismo y desactiva a las células T una vez que han reconocido el cáncer, evitando el ataque y la destrucción de las células cancerosas.
Por ello, se han desarrollado inhibidores de puntos de control inmunitario que evitan esta desactivación y aumentan la respuesta inmunitaria anti-tumoral del cuerpo. Entre ellos, destacan ipilimumab y nivolumab para el tratamiento del melanoma metastásico, de manera individual; pero, los estudios clínicos más recientes albergan grandes esperanzas con la inmunoterapia combinada en determinados pacientes.
Bibliografía:
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