Autores: Sofía Beltrán, Javier Cazorla, Adrián Cortijo
Fecha: 1/10/18
A día de hoy ha habido un gran incremento del número de casos de infecciones de transmisión sexual (ITS), tales como la gonorrea y sífilis en personas de temprana edad. Esto, se ve causado por el inicio de relaciones sexuales en los más jóvenes y con mayor frecuencia, abriendo las puertas a este tipo de contagio, demostrando que el 80% de personas sexualmente activas acabarán sufriendo alguna de estas enfermedades a lo largo de su vida.
De esta manera, según datos estadísticos anteriormente se veían uno o dos casos al año, pero actualmente asciende hasta 12 o 13 cada día. Igualmente, la cifra de afectados se ve favorecida debido a la multiplicación de parejas con las que se mantienen relaciones.
La gonorrea está provocada por la infección de Neisseria gonorrhoeae, bacteria Gram-negativa que microscópicamente se establece como un diplococo. Otra infección común es la sífilis, causada por Treponema pallidum, una espiroqueta muy activa y rápida que no se tiñe con la tinción de Gram. Infecciones de este tipo pueden afectar además de a los genitales a otras localizaciones como recto y garganta.
Además, si la mujer que las padece está embarazada puede transmitirla al bebe durante el parto, siendo esto muy peligroso.
Así, el tratamiento frente a estas ITS se basa en antibióticos, al tratarse de infecciones bacterianas, tales como la Ceftriaxona intramuscular o Ciprofloxacino por vía oral o en otros casos tratándose con dosis más altas la Azitromicina, cuyo uso se ha limitado debido a los efectos colaterales. Estas infecciones deben ser tratadas estrictamente, debido a que si no se toman los antibióticos correctamente se favorece así, a la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos.
Por tanto, es necesario promover la concienciación de los jóvenes para prevenir estas infecciones a través de pruebas analíticas y cuidado si se planea tener relaciones sexuales.
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