top of page
  • Foto del escritorlagacetainfecciosa

LO MALO, DOBLEMENTE MALO

Belén Santos Neila

15 de noviembre de 2019


¿Has pensado alguna vez que no todo lo que tomas pasa un control de calidad? Un madrileño, Manuel Pérez Moreno, lleva más de un año comprando hachís por los barrios de Madrid con el fin de analizar la calidad de lo que se vende por las calles de España. Como conclusión, de su estudio, publicado ​en la revista Forensic Science International obtuvo que: “La mayor parte del hachís vendido en la Comunidad de Madrid no es apta para el consumo humano, principalmente debido a criterios microbiológicos, y representa un peligro para la salud”.


Pero, ¿qué fue realmente lo que analizó para llegar a esta conclusión? Tras comprar distintas muestras de personas diferentes, observó que el 75% de todas ellas presentaban grandes cantidades de la bacteria ​Escherichia coli​. Esta bacteria, se encuentra de manera natural en nuestro intestino y, si su proporción aumenta o se ingieren cepas más patógenas, pueden causar diarreas, cólicos abdominales, náuseas y vómitos en algunas personas, y son las denominadas diarreas del viajero. En un adulto sano, estas diarreas no suponen más que molestias durante aproximadamente una semana. Sin embargo, la situación puede agravarse y suponer un riesgo para la salud en niños, personas mayores o personas con un sistema inmune debilitado, como son las personas con cáncer.


Esta bacteria, al vivir en el intestino, se transmite vía fecal-oral por lo que la manera más común de ingerirla es a través de alimentos y agua contaminada. Aunque también existe la posibilidad de contagiarse por contacto con personas infectadas, especialmente cuando no hay una higiene adecuada. Manuel, en su estudio, relata que los camellos procedentes de Marruecos, envuelven el hachís en un film para poder ingerirlo, pasar la aduana y, ya una vez en España toman laxantes para poder expulsarlo. Por tanto, las bacterias pueden adherirse y contaminar dicha droga.


Para terminar, Inmaculada Santos, coautora del estudio señala que las cantidades de bacterias observadas eran masivas y que el problema no solo reside en la inhalación sino que además se encuentra en que el hachís se está manipulando constantemente con las manos. Finalmente, no hay un tratamiento actual, pero sí una profilaxis: evitar los alimentos contaminados y la contaminación cruzada.


Bibliografía:

1 visualización0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page