Elena Ramos Rupérez, Ana Romero Carreño, Bea Rebate de la Calle, Jesús Rodríguez-Campra Hermoso.
08 de octubre 2018
El crucero AIDA zarpó desde Palma para iniciar una travesía por el Mediterráneo. Apareció un brote de gastroenteritis aguda, también llamada norovirus (Inflamación de las mucosas del estómago y del intestino que se da simultáneamente y es debida a una infección).Infección que infectó a más de 200 pasajeros, produciéndoles fuertes inflamaciones en el estómago y en los intestinos. Todos sufrían síntomas como diarrea, náuseas, vómitos y dolores de estómago, frecuentes en una gastroenteritis.
Estos síntomas se dieron por primera vez en excursión organizada por el crucero, viaje en el cual todos los pasajeros sufrieron graves vómitos. Llegado tal punto los dos médicos del buque se vieron absolutamente desbordados por la situación.
Realizaron una serie de pruebas, y tras el diagnóstico y dado el alto peligro de inoculación, los pasajeros infectados fueron obligados a permanecer en sus cabinas hasta nueva orden.
El norovirus se disemina a través de alimentos o agua que estén contaminados y el contacto con una persona infectada, y por ello tomaron como solución transportar a todos los pasajeros del crucero a una finca de las afueras de Palma, donde debían esperar hasta que el crucero partiera hacía el aeropuerto. Una vez acabado el viaje los pasajeros tuvieron que ser tratados en función de su grado de infección, algunos llegando incluso a la hospitalización.
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