Autores: Majda Tber, Angel Trujillo Alvarez, Miriam Turrientes Rubio y Alejandro Valido Franco.
Grupo: 01 Universidad CEU San Pablo, Monteprincipe, Madrid, Facultad de Farmacia.
Fecha:30/Agosto/2018
La defensa frente a las bacterias está cambiando debido al mal uso de los antibióticos, por lo que hay nuevos estudios para mejorar el enfrentamiento ante estos patógenos. Tal y como dijo Fleming, todo organismo cumple unos procesos de selección natural para sobrevivir en un ecosistema, y sobrevivirán los que tengan la mutación más favorable haciéndose a su vez más fuertes. Ésto es precisamente lo que sucede con las bacterias. Durante muchos años nos hemos defendido de las infecciones bacterianas mediante el uso de los antibióticos, sin embargo las nuevas cepas mutantes de bacterias se hacen cada vez más resistentes a éstos, dada la capacidad mutagénica de las bacterias que se debe sobre todo a la recombinación y transferencia génica, los transposones, y los integrones que son fragmentos móviles de ADN que permiten acoplar genes de resistencia al genoma. En concordancia con lo hablado anteriormente, Esteban Rodríguez, delegado de una importante biofarmacéutica con el fin de desarrollar nuevas vacunas, nos indica que los antibióticos “tienen los días contados”.
Como recambio defensivo para los antibióticos se quiere potenciar la investigación en vacunas, ya que si una vacuna es eficaz frente a un patógeno, lo seguirá siendo independientemente de si es resistente a un antibiótico o no. Biofabri ya está mostrando los resultados positivos de su investigación mediante una vacuna en pruebas para la tuberculosis, una infección causada por Mycobacterium tuberculosis y que es una de las principales causas de muerte por enfermedad transmisible en todo el mundo.
La primera vacuna fue introducida por Edward Jenner en el siglo XVIII. Se trató de la vacuna de la viruela, la cual es la única enfermedad infecciosa que se ha logrado erradicar en su totalidad. El mecanismo de las vacunas radica en una mejora del sistema inmunológico frente a una infección futura por medio de la generación de anticuerpos a partir de la forma debilitada o muerta de un patógeno. Por otro lado los antibióticos son sustancias que atacan a las bacterias, debilitándolas de tal forma que el sistema inmunológico pueda actuar, pero esta posibilidad se está viendo reducida como hemos visto por la mayor resistencia de las bacterias.
En conclusión, la innovación es esencial para ganar la pelea frente a las infecciones bacterianas, y se debe apostar por la investigación y la colaboración entre distintos sectores de la medicina, biotecnología y farmacia para encontrar nuevas soluciones.
Fuentes: http://nacionysalud.com/node/6157
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