05 Septiembre 2018 (Brasil)
Fuente original: https://g1.globo.com/al/alagoas/noticia/2018/09/03/alagoas-registra-aumento-de-30-nos-casos-de-leishmaniose-em-humanos.ghtml
Autores: Alicia Rodríguez Rodríguez Sainz, Carmen Saez Ahijon, Ana Sánchez Lorenzo, Iñigo Santiago Sánchez Rivero y Belén Santos Neila. 2º farmacia. G04
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Un estudio realizado por “Instituto Leônidas e Maria Deane, Fundação Oswaldo Cruz, Manaus, AM, Brasil” y “Escola de Enfermagem de Manaus, Universidade Federal do Amazonas, Manaus, AM, Brasil” describe la evolución de Leishmaniasis visceral en Brasil durante los años desde el 2001 hasta el 2014. Como podemos observar, el número de casos en Brasil, aumenta en el segundo periodo de tiempo que se puede explicar a una adaptación de la mosca de la arena debido a las variaciones de temperatura o por el movimiento migratorio de personas con perros infectados hacia las zonas reportadas con Leishmaniasis visceral (LV).
Durante los primeros 6 meses de este año, se ha incrementado el número de casos de (LV) en un 30% con respecto al año pasado. Especialmente en el estado de Estrela de Alagoas en Brasil. Se trata de una enfermedad donde más del 90% de los casos no tratados acaban en muerte, causando más muerte que otras enfermedades como el dengue o la malaria.
La enfermedad está causada por un parásito llamado Leishmania chagasi y es transmitida por un vector, un flebótomo. La enfermedad comienza cuando el flebótomo pica a un animal y le transmite el parásito. Este parásito puede multiplicarse dentro del animal, aunque éste no tenga síntomas inmediatos. A través del torrente sanguíneo, el parásito puede llegar a los ganglios linfáticos, la médula ósea y el bazo.
Cuando una persona se infecta, su sistema inmunológico se debilita causando fiebre prolongada y un aumento del tamaño de los órganos a donde ha llegado el parásito. La enfermedad es mortal en un 80% de los casos, debido a que la mayoría de los infectados se encuentran en situación de pobreza y no pueden pagar el tratamiento que requiere un mes de internación e inyecciones diarias.
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El tratamiento depende del país. Por ejemplo, en EEUU se usa Anfotericina B liposomal (un fármaco antifúngico), mientras que en Sudamérica África se utilizan fármacos con antimonio. Si los protozoos llegan a generar resistencia a los fármacos con antimonio se sustituyen por miltefosina, como pasa en India. Actualmente, no sólo se trata al ser humano, si no que los animales también reciben tratamiento. Sin embargo, en caso de que el tratamiento no funcione el animal será sacrificado para que no se produzcan más casos.
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