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COOPERACIÓN ANTIBIÓTICOS-PROBIÓTICOS

Ana Narváez Toral, Natalia Pérez De Diego y Ana María Precioso. Grupo 01. Facultad de farmacia, Universidad San Pablo CEU.

9 Octubre de 2018

Actualmente, se usan los probióticos para prevenir y tratar la diarrea asociada a los antibióticos. Este es uno de los efectos secundarios más conocidos de la antibioterapia, si la pérdida de la microbiota intestinal se produce a edades tempranas es posible que pueda tener repercusión con enfermedades en un futuro. Este desequilibrio en la microbiota intestinal está altamente relacionado con el sistema inmune y el metabolismo, además de con enfermedades como alergias, cáncer y enfermedades inflamatorias intestinales, señala Mar Larrosa, investigadora en el Ramón y Cajal de la Universidad Europea de Madrid. “Los estudios indican que la toma de probióticos podría acelerar la recuperación de la microbiota intestinal”.

En el caso de la diarrea asociada a antibióticos, se ha observado una reducción en la incidencia, duración y severidad de la misma y algunos síntomas asociados. Aunque cualquier antibiótico puede producir diarrea, este efecto se asocia más frecuentemente a la combinación de amoxicilina-ácido clavulánico, siendo los niños y ancianos especialmente vulnerables.

Según la Organización Mundial de Gastroenterología se señala la eficacia de Lactobacillus rhamnosus GG y Saccharomyces boulardii para la prevención de efectos secundarios producidos por antibióticos, como la diarrea.

· Lactobacillus rhamnosus: algunas cepas de esta especie están siendo utilizadas como probióticos. Esta especie es a veces utilizada en la fabricación de yogur y productos lácteos como leche fermentada y pasteurizada y queso semiduro. Normalmente es considerada como un organismo beneficioso, aunque se ha descubierto que puede ser patógeno principalmente en situaciones de sistema inmunitario debilitado o en niños.

· Saccharomyces boulardii: es una cepa de levadura tropical. Está emparentada, pero es distinta del Saccharomyces cerevisiae en muchas de sus características taxonómicas, metabólicas y genéticas.1​ Ayudar a mantener y restaurar la flora intestinal natural en el intestino grueso y delgado y se lo clasifica como probiótico. S. boulardii ha mostrado ser no patógeno y se mantiene dentro del tracto gastrointestinal en vez de propagarse a las demás zonas del organismo.

En el caso de la antibioterapia contra Helicobacter pylori, se ha visto que hay cepas de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium y de la especie Bacillus clausii que tienen efectos positivos en la reducción de sus efectos adversos.

Referencias:

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