7 de marzo 2018 España
Fuente original: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Microbiota-intestinal-como-diana-terapeutica-para-combatir-la-obesidad
Autores: Ángel Trujillo Alvarez; Miriam Turrientes Rubio; Alejandro Valido Franco
Los investigadores españoles del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV), han descubierto que los pacientes con diabetes y obesidad presentan un compuesto en sangre en concentraciones elevadas, el succinato, que no presentan otro tipo de pacientes. El incremento de succinato en sangre, parece ser debido al aumento de unas determinadas bacterias presentes en la microbiota intestinal. Los metabolitos producidos a este nivel tienen la capacidad de atravesar la pared intestinal y llegar al torrente sanguíneo.
Hay muchos trabajos que relacionan la microbiota intestinal con obesidad y diabetes, pero pocos de ellos concretan los microorganismos responsables de estas alteraciones. Los investigadores de este trabajo demuestran que las bacterias que se encuentran incrementadas en los enfermos de obesidad son bacterias productoras de succinato, quedando en mayor proporción que las bacterias que lo consumen. El succinato es fácilmente detectable en sangre, por lo que es un buen marcador de este desequilibrio intestinal.
Este descubrimiento permite abordar rutas alternativas para el tratamiento de obesidad y diabetes, como es la recuperación de una microbiota intestinal equilibrada. En este trabajo, se ha intentado conseguir este equilibrio utilizando un producto patentado que se encargan de modificar la relación entre las bacterias productoras y las consumidoras de succinato.
La microbiota intestinal (antiguamente conocida como la flora intestinal) es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro intestino. Se estima que son más de 100 billones de bacterias. En los últimos años gracias a los avances en la bioinformática se han podido descubrir cerca de 518 nuevas bacterias. La presencia de algunas bacterias, o un desequilibrio en su composición se ha relacionado con muchos tipos de autismo, ansiedad y estrés. En su mayoría las bacterias intestinales no son dañinas para el organismo sino que más bien ayudan a mejorar la salud del individuo, presentando un gran abanico de funciones. Contribuye a la absorción de ciertos nutrientes y cumplen también otras funciones a nivel metabólico, fisiológico e inmunológico, evitando que se desarrollen algunas enfermedades.
Es muy importante para tener un estado saludable, mantener una composición adecuada de la microbiota intestinal ya que de lo contrario se podrían desarrollar una gran cantidad enfermedades. Para ello es muy aconsejable incluir en nuestra dieta prebióticos, que son aquellos alimentos que contienen sustancias no digeribles, principalmente vegetales, que permiten nutrir a nuestra microbiota intestinal y aumentar la población de las bacterias beneficiosas frente a las dañinas.
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