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MICROBIOTA INTESTINAL DETERMINA LA OBESIDAD DE LOS PACIENTES

Actualizado: 2 oct 2018

07 marzo 2018 15:20, Tarragona (España)

Autores: Álvaro Seco Frías, Olga Gómez Manrique, Carmen Rodríguez Ostos, Ana Precioso Romero, Majda Tber.

Grupo 01, Facultad de Farmacia, Universidad San Pablo, CEU.

Científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas y del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili han descubierto otra de las causas de la obesidad.

El intestino esta aproximadamente colonizado por 📷 bacterias, entre ellas se ha descubierto la capacidad que tienen algunas para producir en exceso succinato, un metabolito que en personas con un índice de masa corporal elevada y diabetes puede originar alteraciones en los metabolitos derivando a una posterior inflamación crónica.

Es por eso por lo que se ha pensado en utilizarlo como biomarcador en pacientes con obesidad dado al incremento de los niveles de succinato y de esta manera controlar los niveles de glucosa y lípidos en sangre.

Existen muchos estudios que evidencian profundos cambios en la composición y función metabólica de la microbiota en los sujetos con obesidad. Así, la microbiota intestinal está siendo cada vez más reconocida como una pieza clave que conecta genes, medio ambiente, y el sistema inmunológico; viéndose implicada en la regulación de la función metabólica, desarrollo de inflamación de bajo grado y regulación del balance energético. Varios mecanismos se han propuesto como enlace entre la microbiota intestinal y la obesidad, entre los que se incluyen:



1. Cambios en la proporción de bacterias intestinales podría hacer que predominarán las bacterias que degradan polisacáridos indigeribles y esta composición de la microbiota rentabilizaría más la energía de los alimentos. Concretamente, el incremento de Firmicutes observado en animales y sujetos obesos se podría asociarse con un aumento en la capacidad para digerir algunos polisacáridos indigeribles produciéndose tras su actuación monosacáridos capaces de ser absorbidos por el huésped obteniendo finalmente energía de sustancias que se eliminarían por las heces sin ser absorbidas. Por lo tanto, existe una microbiota específica que es capaz de obtener más energía de la misma ingesta calórica diaria.

2. La generación de metabolitos activos como ácidos biliares implicados en efectos antiinflamatorios y de regulación del metabolismo hidrocarbonado-lipídico.

3. Incremento del sistema endocannabinoide con su importante papel en la homeostasis energética mediante la regulación del apetito y la motilidad intestinal.

4. La disminución de la expresión génica intestinal del factor adiposo inducido por el ayuno encargado de inhibir la actividad de la lipoproteína lipasa en relación con el almacenamiento hepático y adiposo de grasas.

5. La modulación intestinal derivada de la secreción de péptidos.

Por tanto, uno de los factores más influyentes en la obesidad es el tipo de dieta y esta está estrechamente relacionada con la modificación de la población intestinal bacteriana. Las dietas con un alto contenido en grasas son las responsables de cambios significativos en la microbiota intestinal, influyendo también en la inflamación del tracto gastrointestinal y como consecuencia se produce un aumento de los niveles de lipopolisacáridos bacterianos (endotoxina de bacterias Gram-negativas). Los cuales interactúan con unos receptores que promueven la formación de citoquinas proinflamatorias en macrófagos.

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