Autor: Fco. Javier Carrasco Tellez
Nos remontamos a octubre de 2017: una muestra aislada del mosquito tigre (Aedes albopictus) es hallada en la Comunidad de Madrid, única entre 636 muestras analizadas. Este hallazgo incluía únicamente huevos de esta especie; pero ningún mosquito adulto.
No obstante, el pasado 21 de septiembre es detectada nuevamente la presencia de este mosquito en una urbanización de Velilla de San Antonio, localidad ubicada hacia el este de la capital española. A pesar de que la región afectada se cree un foco localizado y, por tanto, no puede hablarse de una plaga propiamente; se activa la alarma.
Este espécimen es común en zonas del Levante peninsular desde 2004, pero no en la Comunidad de Madrid. Por ello, desde 2016 se lleva a cabo un Programa de Vigilancia Entomológica y Control Sanitario-Ambiental. En este programa una de las medidas que destaca es la colocación de trampas en la zona de carreteras con mayor afluencia de la región en la que las grandes poblaciones de este insecto se encuentran establecidas, principalmente A-2, A-3 y A-4.
Su principal diferencia con otros mosquitos es su apariencia moteada blanca, que recuerda a un tigre; su picadura se caracteriza por lesiones con un fuerte componente inflamatorio, llegando incluso a provocar reacciones alérgicas graves (al igual que otros mosquitos).
Aunque conocido por ser el vector de numerosas enfermedades víricas en África, este mosquito no transmite enfermedades en Europa. Sin embargo, por su carácter invasor y desde un punto de vista preventivo, debe ser controlado. Por ello, el Ayuntamiento de Velilla de San Antonio ha puesto en marcha numerosas medidas de información a la población, prevención y control. La más destacada de estas medidas es evitar la acumulación de agua, pues este espécimen prefiere pequeñas acumulaciones (como el agua de los maceteros o desagües de terrazas) que grandes lagunas. Por supuesto, la vigilancia entomológica también será reforzada a nivel autonómico.
Fuentes de información adicional:
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